VEJEZ: ¡ILUSIONES, SORPRESAS Y REALIDAD!

Ideas, posibilidades, apertura a nuevas experiencias y aceptación de realidades para vivir la etapa de la vejez dignamente.

jueves, 4 de enero de 2018

¡VIVA LA VIDA!





Este es el regalo más grande que todo ser humano recibe al nacer: "la VIDA"...
y, sin embargo, al crecer, desarrollándose  física y mentalmente a través de los años y haciendo frente a las circunstancias diversas de salud, trabajo y familia  por las que toda persona atraviesa en un momento u otro de su existencia, 

¿se puede decir s i e m p r e
VIVA LA VIDA?

A veces es difícil mantenerse positivos, con ilusión de vivir momentos gratos, y decir de todo corazón: gracias a la vida que me ha dado tanto...
mas bien tendemos a encerrarnos en nosotros mismos convencidos de que somos unos pobrecitos sin suerte, sin esperanza, sin porvenir... y un día tras otro se suceden amargamente, encerrados en nuestro caparazón, convencidos de que no somos nada, ni queridos ni aceptados por nuestro alrededor porque nos falta de todo para ser felices...

Estos días pasados tuve la suerte de leer en unas revistas dos historias reales, ejemplos vivos de la posibilidad de vivir llevando en nuestra mochila de viaje los pesos de las dolencias, mal formaciones, soledad, falta de satisfacciones materiales, y mucho más, concentrándonos en todo lo malo que nos sucede sin tan solamente abrir los ojos hacia el exterior para ver lo que sucede e imaginar como participar de forma tal que lo desagradable, las imperfecciones e imposibilidades puedan aportar cierta calidad de vida sin olvidar de ofrecer una mano al que la necesita.


Un joven de 18 años nació con una mal formación en el brazo derecho impidiendo que
su  antebrazo y mano creciera normalmente.

Desde los 6 años de edad su ingenio y creatividad va en aumento realizando maquetas de Lego y
hace muy poco tiempo que su padre lo sorprendió desmontando una maqueta de un helicóptero y empezando a crear con la piezas 
del mismo una prótesis articulada para su brazo! 
Trabajó con mucho esmero con ello hasta que terminó su invención que consiste en un brazo con una mano y todo; ha hecho posible que al mover el brazo, la mano se abre y se cierre, permitiéndole así recoger objetos ligeros.







David siempre ha sido un verdadero luchador porque ama la vida a pesar de su desventaja física y su único sueño ahora es poder llegar en el futuro a tener una empresa que fabrique prótesis que se puedan aplicar de forma personalizada a cada paciente.

Qué lección tan grande da este joven a sus compañeros de estudio ofreciendo charlas que no solamente les deja impresionados sino que también les da una lección:
 ¡Viva la vida!.

(Y, seguidamente, continúo con la síntesis de mi 
segunda lectura que quiero compartir con mis lectores)


Se trata de un octogenario que durante muchos años es voluntario en un hospital de niños en una ciudad norte americana y acude dos veces por semana a la unidad de neonatos para simplemente abrazar bebés y cantarles nanas, lo que es muy beneficioso para ellos. A la vez, puede ofrecer a los padres de los neonatos un "respiro" para cuidar del resto de sus hijos en casa o porque en muchos casos, los familiares tienen largas horas de viaje de ida al hospital y de regreso a su casa y no pueden dejar a sus hijos solos tantas horas para ocuparse totalmente del bebé internado en el hospital.


El abuelo de la UCI (como lo llaman las enfermeras) nos cuenta que mucha gente no comprende porqué a sus 82 años pasa tanto de su tiempo con estos bebes que a menudo le vomitan encima...pero él afirma que le da mucho placer tener a un recién nacido en sus brazos porque además, acunarles es terapéutico y les calma mucho.

¿No es acaso una maravilla
 esta experiencia?

 Hay tantos casos de personas mayores que aún estando capacitadas para hacer felices a otros eligen encerrarse, sin ver ni oír las necesidades a su alrededor...  evitando así dar más sentido a su existencia y a la vez vida útil a sus años...

QUERER... ¡ES PODER!


lunes, 6 de noviembre de 2017

¡TOMAR DISTANCIA!




Se dice que saber vivir depende mucho de la actitud con que se enfrenta cada momento de la vida... pero en la práctica,  es difícil, muy difícil saber tomar las buenas decisiones para cada ocasión; menos mal que "Mafalda" nos da un consejo:
 TOMAR  D I S T A N C I A





y, quizás ella tiene mucha razón,  porque el tomar distancia permite REFLEXIONAR...y al reflexionar no se improvisan acciones, movimientos, trabajos, viajes, traslados y muchas cosas más.

Repetidas veces, me llama la atención escuchar a personas jóvenes y menos jóvenes referirse a la vejez o a las personas jubiladas, como un período fatal en que el humano se convierte en un ser inútil, que estorba, que vive sentado en su sillón o en una silla de ruedas, no tiene más capacidad mental ni manual, está fuera de época, tiene enfermedades la mayor parte del tiempo, es simplemente, una persona que ya no sirve más para nada interesante...





A veces, cuando se habla de las personas mayores, automáticamente se piensa en seres humanos  que solamente viven dependientes de múltiples medicamentos...y, a pesar de repetir este mito, no ven en dichas personas ningún aporte positivo a la sociedad en que viven...aunque no sé si saben que muchas de ellas, en el anonimato, comparten  con gente a su alrededor su sabiduría, esperanzas y experiencias con quienes necesitan apoyo moral o espiritual para seguir el camino que deben transcurrir.

La vejez puede llegar a ser una de las mejores etapas de la vida:
¡maravilla de maravillas!


En la "tercera edad, no necesariamente 
 tiene que ser un período 
donde aparecen las últimas 
enfermedades o los 
problemas de salud que pueden inmovilizar parcial o totalmente a la persona... 
Si bien esto puede suceder, hay que tomar un poco de DISTANCIA de los mitos, descubriendo así un abanico de posibilidades con las que se puede lograr una calidad de vida a pesar de las muchas limitaciones que pueden ir apareciendo debido al deterioro normal del esqueleto después de un uso permanente durante décadas en circunstancias tal vez inadecuadas...
Esta es una etapa en la cual existe mucha más libertad de acción para los
 que desean experimentar una calidad de vida rindiendo aún una variedad de tareas de servicio, de acompañamiento, de estímulo, de presencia, de colaboración con las personas que necesitan ser valorizados. 

La vejez, es un período en la trayectoria humana que le puede permitir hacer estas cosas porque en dicha etapa de jubilación ya no tienen las mismas exigencias en la sociedad como cuando eran más jóvenes, tanto en su vida laboral como en la privada. Para hacerlo, se necesita motivación y deseos de ser todavía útiles, en tiempos cuando el estado de su salud se lo permita, porque la realidad "canta muy fuerte": muchos años vividos y el envejecimiento de los órganos del cuerpo se deterioran naturalmente... 
También es cierto que cuanto menos se hace, el rendimiento del cuerpo humano es menor. Por ello, como sabiamente lo dice Mafalda: para vivir mejor, 
 HAY QUE TOMAR DISTANCIA, 
y yo agregaría:  de los problemas o situaciones no deseadas.

Es indudable que todos tenemos  la capacidad de discernir qué es lo mejor para nuestra vejez; para vivirla con calidad y a la vez, utilizando los dones con los que hemos nacido y tratar de no caer en la tentación de vivir como parásitos en la tierra, porque, tomando distancia de nuestros problemas reales, podemos llegar a encontrar la forma de participar, en la medida que podemos, para que este mundo en el que vivimos sea un poco mejor.




Hay quienes se refieren a la ancianidad a partir de los 80 años y nos dicen que es la última etapa de la vejez, y lógicamente en ella se manifiesta un cambio cualitativo tanto en la evolución física como en la mental, pero no cabe duda que a pesar de ello, se puede poner en práctica el dicho: "querer es poder", de forma tal que ese último período de la vida puede terminar habiendo disfrutado el privilegio de sacarle provecho, al paso que se pueda, en los instantes importantes de una vida significativa que aporte una diferencia a su alrededor.


Nunca olvidaré las palabras de mi querida suegra, cuando después de leer largo tiempo, a los 94 años, nos dijo:
¡HOY HE APRENDIDO ALGO MÁS!






jueves, 21 de septiembre de 2017

LA FELICIDAD: MITO O REALIDAD?



LA FELICIDAD:  ¿MITO O REALIDAD?



La semana pasada, un amigo me comentaba que para él lo más importante en la vida era el dinero porque le aportaba mucha felicidad...


Hoy en día hay personas que sufren ansiedad ocasionada por la precariedad de vida, falta de trabajo, estancia prolongada en el paro, divorcio, , enfermedad, muertes, desahucio...y mucho más. ¿Cómo poder llegar a ser feliz?

Bien decía Aristóteles en los años 384-322 a.C. que la felicidad depende de nosotros mismos...porque si bien es cierto que hay que buscarla, también es verdad que hay que saber encontrarla y gozarla.


Pareciera ser que para ser felices hay que buscar la dependencia en algo o en  alguien: dinero, objetos, posesiones,viajes, familia, o amigos... sin darse cuenta que la felicidad depende completamente de si mismo/a y no de lo que le rodea, sin darse cuenta que el mejor plan de vida es ser feliz con su propio ser. 


 

Escucharse a si mismo es un arte para practicar día tras día. La felicidad puede instalarse en la persona que trata de entenderse, valorarse, aceptarse tal como es... 

Aveces hay personas que son infelices porque se comparan con miembros de su familia, amigos o conocidos; estiman que son mejores que ellas o que están en situaciones muy "superiores"... cuan equivocados están.
Hay mucho trabajo por hacer; tratar de subir su autoestima, creer en si mismo, aceptarse tal cual es reconociendo sus dones, posibilidades y también  limitaciones, y, con su estima en alto, entonces poder tornarse hacia el exterior, con corazón realmente feliz; y de allí en adelante, cultivar esa felicidad cada día en medio de los altibajos que se suceden al andar. Al lograr esta aceptación de si mismo, entonces se puede vivir feliz.



Es bueno respetarse a si mismo/a... de esa forma los que nos rodean aprenderán también a hacerlo.
La felicidad hay que cultivarla constantemente y para ello, es muy positivo vivir sin desear lo que no se es ni se tiene.


Muchas veces la felicidad pasa de largo porque estamos muy preocupados y ocupados en querer ser semejantes a los demás; que mejor que mirarse retrospectivamente e indagar que es lo que nos da placer, que nos refuerza el ánimo, que nos valora, que nos eleva... este es el camino ideal para practicar diariamente en busca de la felicidad verdadera. No seremos defraudados porque poco a poco alimentaremos la felicidad que está en nosotros pero que no hemos descubierto ni alimentado.
Probar, no cuesta nada...vale la pena hacer un esfuerzo cada día para luego entonces ser verdaderamente felices.


Dejo con cada uno de mis lectores/as un pensamiento de Séneca (en el año 4 a.C-65 d.C.:

"Las grandes bendiciones de la humanidad están dentro de nosotros y a nuestro alcance. El sabio se contenta con su suerte, sea cual sea, sin desear lo que
no tiene".